“Al recibir el premio Víctor Nieto, siento el reconocimiento de muchos años de trabajo. De sacrificio y amor por este arte de la actuación que ha sido para mí la vida entera. Y es también un sentimiento encontrado porque ya me están dando premios por vida y obra”, expresó con gran emoción la artista cuando se le preguntó qué sentía al ser celebrado su recorrido artístico, pero también su trabajo en el ámbito social y cultural en Colombia.
En el colegio, Alejandra Borrero, tuvo como profesor de teatro a Sandro Romero y fue allí, donde supo que actuar era lo que quería hacer en la vida. En su casa no había nadie que fuese actor o tuviera alguna relación con las artes escénicas, y hasta les parecía algo rarísimo, pero ella sin dudarlo se sumergió en esta expresión e hizo su primer obra de teatro en la Institución Sagrado Corazón en Cali, donde fue reconocida al ganarse el premio a mejor actriz. Allí fue cuando decidió estudiar actuación y décadas después continua eligiendo la interpretación actoral en teatro, cine y televisión.
“La Universidad del Valle me dejó grandes maestros como Enrique Buenaventura. Fueron cinco años de muchos aprendizajes. Fuimos como el “conejillo de indias” de Enrique, pues era el comienzo de la Escuela de Actuación de la Universidad. Esa época estuvo llena de cosas muy interesantes y cosas muy complejas”.
Después de terminar sus estudios universitarios, inició su carrera actoral en la película Debajo de Las Estrellas (1986), bajo la dirección de Juan José Vejarano. Su actuación en este cortometraje, la hizo merecedora del premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Bogotá en 1988. Su primer papel en televisión fue en la novela Azúcar (1989) con el papel antagónico de Caridad Solaz y donde su amigo Carlos Mayolo la dirigió, sumándose a la lista de quienes la han formado. “Carlos Mayolo, fue mi mentor y el hombre que me ensenó a actuar para la cámara. Con él aprendí de cine, actuación y sobre todo creamos una gran amistad”, indica Borrero, al preguntarle por sus guías en su carrera actoral.
Su inicio en teatro a nivel profesional fue en la obra La Crepsidra (1995), pero desde el colegio sabía que las tablas sacaban su pasión y la llevaban cada vez a indagar más. Fue así, como nació Casa E (2008), un centro cultural en Bogotá que llegó a romper todos los paradigmas de cómo hacer gestión cultural en el país y llevar el teatro Latinoamericano a nuevos aprendizajes. 15 años de Casa E Borrero, demuestran la tenacidad y la perseverancia por lo que ama Alejandra Borrero, quien define su mayor proyecto cultural y empresarial como “El reflejo de la necesidad de querer hablar de los temas que quería hablar con una voz propia. Ni con el pétalo de una rosa ha sido una campaña social contra la violencia de género que manejamos desde Casa E y nos ha llevado por un mundo increíble. Esto es la muestra de lo que ha sido este viaje para mí.”
Pensar en Alejandra Borrero, es pensar en lo social y lo pedagógico, pues cada uno de los caminos en su profesión siempre tienen ese sello. Su obra teatral Victus (2016, muestra a Alejandra creando escenarios donde la reconciliación, la esperanza y el amor por Colombia la llevaron a crear lo que ella misma describe como “la cereza del pastel” en su carrera porque “Tomamos un tema tan complejo como la guerra en nuestro país donde había cosas que no se podían hablar e hicimos un proceso gigantesco de la mano de María Victoria Estrada (pedagoga) y León David Cobo (productor, compositor y director musical). Escogimos 20 personas que pertenecieron a grupos armados entre ex paramilitares. ex guerrilleros, militares en retiro y víctimas, creando una obra dolorosa, pero así mismo sanadora. Pudimos presentarla en el Festival Iberoamericano de Teatro, en el Teatro Colón con lleno completo y ver a la gente durante 10 minutos llorando y aplaudiendo en un proceso de no revictimización buscando a cada uno de esos seres humanos que están detrás de un conflicto. Así que podría decir que este es el proyecto más grande que he hecho en la vida porque me la cambió. Si pudimos lograr la reconciliación en el teatro por qué no en la vida”.
Más de 30 años entre las tablas, las locaciones y Casa E Borrero, siendo la protagonista de novelas donde se ha llamado Laura, Ana Belén, Amanda, Diana, María Fernanda, Helena y tomando papeles antagónicos como Katherine, Magnolia, Raquel, Lucía, Caridad y muchos más, han llevado siempre el mismo corazón apasionado, sensible y que no se rinde pese a las dificultades de la vida, de Alejandra Borrero, la mujer que al tener retos decide no renunciar y al estar en un escenario recargarse desde lo más íntimo de su ser y hacernos viajar en cada historia contada frente a nuestros ojos como lo han sido Escalona (1992), La maldición del paraíso (1993), Café con aroma de mujer (1994), La otra mitad del sol (1997), Soplo de Vida (1999), Bolívar soy yo (2001), Punto de Giro (2003-2004), Allá te espero (2013), Gente de Bien (2014), entre otros; relatos tan distintos y únicos como ella, y que hoy la llevan a que El Festival de Cine de Cartagena en su versión 62 y Los Premios India Catalina de la Industria Audiovisual en su versión 39, la quieran honrar con el Premio Víctor Nieto A Toda una Vida.
La ceremonia de premiación de los Premios India Catalina de la Industria Audiovisual se realizará el 26 de marzo de 2023 y se promueve bajo el hashtag #PremiosIndia2023. |